Jim Wilson & Dan Baird en el Anztokia (Por Rafa Robledo)

No hace mucho en Cangas hemos podido disfrutar de la  presencia de Jim Wilson ,cuyas críticas personales realizaré en breves para nuestra revista.Nuestro buen amigo Rafa lo ha podido ver junto a Dan Baird en Bilbao. Rafa ecribió su visión de esa noche, la cual ahora comparto con todos vosotros. Me permito el añadir un  vídeo de Mr Jim en Cangas, aunque repito... Rafa nos habla del concierto en Antzokia. Bueno, Rafa ya tiene su rincón en nuestro  blog, así que te recomiendo que lo leas.

El Rincón de Rafa Robledo:

Si mal no recuerdo en su día dije que este iba a ser uno de los dobles carteles del año, y teniendo en cuenta que aún nos quedan escasos cincuenta días para terminar el año, me aventuro a afirmar que será el mejor, al menos el mejor que he presenciado. Si, ya sé que queda la visita de gente como Blind Melon, Blue Rodeo o Jim Jones Revue, pero aquí hablamos de dos al precio de uno, amigos, de una dupla especial y espectacular. Juntar en un mismo esce

nario dos personalidades tan fuertes como las de Wilson y Baird (sin desmerecer a sus partenaires) no puede fallar, es una apuesta a caballo ganador. A medida que se acercaba el día de autos nuestro nivel de nerviosismo crecía, y cuando estábamos a las puertas del Kafe Antzokia mi sorpresa fue mayúscula cuando vimos que, en contra de lo que vaticinamos con anterioridad, la espectación era bastante reducida, por no decir que escasa, aunque el personal fuera animándose según pasaban los minutos. No sé si será por la situación general por la que atravesamos, a la que me niego en rotundo a dar más cancha que esta breve anotación, o si por el contrario últimamente arrastramos una amplia y variada oferta. Por ejemplo en Bilbao si no me equivoco estaban ocupados en diferentes salas miércoles, jueves, viernes y sábado, y precisamente era el jueves donde teníamos una marca en el calendario. El caso es que entramos ya en una sala como antes he mencionado poco concurrida y mientras esperamos pacientemente a que empezara el espectáculo nos da tiempo a intercambiar impresiones con colegas con los que nos cruzamos, cuando llega el momento esperado. Apagan el sonido ambiente y comienza a sonar una ametralladora en forma de Les Paul. ¡Jim Milson Band en escena! Heavy Petting (son las cosas de tener el setlist) es la encargada de abrir un concierto que me pareció un poco lineal y falto de esa chispa necesaria para conectar con el público. No sé si será por las expectativas que tenía o por la falta de rodaje que creo tenía la banda, la cuestión es que nos quedamos un poco apagados, que nunca defraudados, no me gustaría dar la sensación de cierta desilusión, nada más lejos de mi intención. Como tampoco me parece que sea justo, y digo esto porque lo oí, comparar esta formación con un trío como Mother Superior. No me parece porque, a ver si me explico correctamente, al contrario de lo que sucede en la madre superiora, donde dividen ese protagonismo, en este trío el peso lo lleva el señor Wilson. Y conste que es un tío que veo con el suficiente carisma, actitud y aptitud como para llevar a buen puerto cualquier proyecto que se le presente. Sus momentos de subidón y euforia también hubo, no nos vamos a engañar, dio repaso a su excelente álbum debut y cayeron algunas de las composiciones Mother Superior, como Beg Borrow Steal, con la que dieron por concluido un concierto de setenta minutos aproximadamente. Una vez acabado, comprobé como se había sumado mas público del que en un principio comprobamos, así que ya respiraba mejor, cuando, de repente, como si hubiera salido Porky a decir eso de “lástima que terminó…” la gente comienza a salir como si en ello les fuera la vida a lo que uno gritaba para adentro “¡Aún falta Homenade Sin, a dónde vais!” Bufff, falsa alarma, iban a fumar. Esa sensación se te olvida si dejaste en una cuneta el vicio y ya ni te acuerdas por los cambios de humor y ansiedad que tu cuerpo experimenta en situaciones de falta de nicotina. En fin, volvamos a lo nuestro. Mientras había gente fumando, acercándose a la barra para avituallarse o interesándose por los artículos de merchandising hablábamos sobre lo sucedido, comenzaban a colocar los bártulos Dan Baird y sus compinches, y en escasos quince minutos comienza el espectáculo. Se escuchan unas notas en forma de pizzicato de cuerdas y, con su vieja Teleca al hombro aparece Mr. Dan Baird, mientras que el amigo Warner Hodges lo hace con una brillante Les Paul, igualita igualita que la que Wilson lucía. Si en una banda las guitarras son una Telecaster y una Les Paul la cosa no puede ir mal, pasa como con la comida. Primero entra por la vista y luego por el gusto. En este caso por la vista, el gusto, el oído… Lección magistral de categoría, clase, tablas, veteranía, juventud, de rock&roll, que es lo que corre por sus venas. La simbiosis que existe entre los cuatro es brutal, me atrevería a decir que atraviesan por uno de esos dulces momentos por los que muchas bandas luchan, y el buen rollo y complicidad que surge entre ellos por una parte y entre banda y público por otra, contagia. La pegada de Mauro, el ritmo y compás de Keith, los sonidos afilados y show particular de piruetas y giros con la guitarra del siempre expresivo y sonriente Warner y el carisma de Dan se prolongaron sobre dos horas de auténtico, puro y sudoroso rock&roll (cómo dejó el amigo Baird la camiseta!). No me preguntéis sobre las canciones que sonaron, porque tengo un vago recuerdo de su orden, y en este caso no dispongo de un setlist que por cierto no llevaban, aunque creo recordar que el concierto acabó con Younger Face. Por supuesto sonaron temas del álbum del pecado original como Champagne Sparkle, Two For Tuesday o Crooked Smile, en la que, si mi memoria no me falla el señor Christopher se salió con un solo de bajo bestial. O fué Well Enough Alone? Ahora me entra la duda. Hubo tiempo para viejas composiciones como Keep Your Hands To Yourself, y al igual que en cualquier directo de este hombre tuvimos ración de pequeños homenajes a Beatles (¿porqué será?), Lou Reed, Neil Young… Experiencias como ésta son los que vale la pena vivir y disfrutar, cuando tienes la oportunidad de compartir unos minutos de tu vida con alguien que consigue con una guitarra, con una canción, con una frase ponerte la piel de gallina, aprovéchalos. De esos momentos que no quieres que terminen, pero una vez acabado esperas repetir. Keep On Rockin’!!!